Contingencia pone a prueba el Teletrabajo
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Ante el actual conflicto social, las empresas han tenido que tomar decisiones para no detener sus actividades, pero a la vez hacerse cargo de las dificultades para movilizarse por Santiago y de la seguridad de sus trabajadores.
Una alternativa que se instaló con fuerza en las empresas fue impulsar el trabajo a distancia, teletrabajo o home office. Una modalidad que permite a trabajadores contratados prestar servicios fuera del espacio laboral, por ejemplo, desde el domicilio, a través de medios tecnológicos, ya sean informáticos o de telecomunicaciones.
La consultora multinacional Randstad reveló que el 48% de las empresas nacionales fomentó que sus colaboradores operaran desde sus casas durante la primera semana de movilizaciones.
Esta cifra es muy superior a lo que ocurre fuera de las situaciones de emergencia, ya que habitualmente el 31% de las compañías sondeadas implementa el teletrabajo como política de recursos humanos, independiente del rubro o tamaño.
Entre los principales motivos para adoptar esta modalidad, están lograr un mayor equilibro entre la vida laboral y familiar, incrementar la capacidad para atraer y retener talento y el aumento de los índices de productividad de la firma.
Y más que una opción vanguardista, el home office podría convertirse en una política pública.
En agosto de 2018 el gobierno ingresó al Congreso un proyecto de ley que modifica el Código del Trabajo en esta materia, el que actualmente se encuentra en su segundo trámite constitucional, en la Comisión de Trabajo del Senado.
Pese a que el tema había salido de la discusión pública, en las últimas semanas ha vuelto a ser una conversación obligada, ya que ha sido la opción para muchas compañías de mantenerse operativas en el escenario actual. El conflicto social y los problemas de movilización persisten, pero todavía falta para ver si las circunstancias gatillan la aceleración de la discusión del proyecto de ley.
Positivo balance de Fracttal: 90% operó desde su casa
Fracttal es una empresa chilena de software de mantenimiento y se expandió a Colombia, México, Brasil y Estados Unidos.
Dada la contingencia, el domingo pasado los directivos informaron a sus 24 colaboradores que durante la semana se les daría la opción de teletrabajar.
Más del 90% optó por el home office, y en palabras del CEO de Fracttal, Christian Struve, "fue un desafío", porque pese a que en áreas de desarrollo y ventas suelen trabajar remotamente utilizando herramientas como Teams o Slack para atender a clientes en otros países, fue la primera vez que pusieron en práctica el trabajo a distancia en lo administrativo, como las áreas de cobranzas y admistración.
Según Struve, "es nativo para áreas como desarrollo y comercial trabajar de forma digital. Todos los sistemas que utilizamos están en la nube", explica.
Tras retomar las actividades habituales, el balance es positivo, pues fue una semana productiva. Pero Struve sostiene que "no sé qué hubiese sucedido con dos semanas de teletrabajo", en las áreas administrativas.
Fuera de la contingencia, Fracttal desde hace unos meses trabaja en un cambio en su cultura organizacional para implementar el trabajo remoto; por ejemplo, instaló la comunicación instantánea vía chat interno, lo que abre la posibilidad de capturar a los mejores talentos independiente del país de residencia, de cara a mejorar la productividad de la firma.
La startup da la opción de trabajar remotamente un día al mes y tienen flexibilidad total de horario, pues responden a objetivos y no a horas cumplidas. Luego de analizar la experiencia de la semana pasada, confían en que van bien encaminados hacia el teletrabajo.
RANDSTAD: Emergencia transparenta nivel de preparación de empresas
"Lo que está pasando en el país vino a transparentar qué empresas están preparadas para poder funcionar de manera remota y cuáles no", afirma la directora del área de Inclusión Laboral de Randstad, Natalia Zúñiga.
La ejecutiva comenta que las compañías que se propusieron el desafío de impulsar el teletrabajo cuentan con la tecnología y herramientas necesarias para poder llevarlo a cabo, lo que más que elementos aislados representa una cultura organizacional pensada para poder operar de forma remota. Esto se traduce en que la productividad no se ve afectada y las actividades pueden desarrollarse con normalidad.
Según la experta en Recursos Humanos, el nivel de penetración de tecnología en Chile es muy alto, y destaca la existencia de plataformas como WhatsApp o la "nube" para impulsar con mayor facilidad el teletrabajo.
Para Zúñiga, dadas las características del país, desarrollar políticas de trabajo remoto es más una "necesidad que una opción", ya que permite a las empresas "estar conectadas y no perder productividad ni mantención de la operación".
No obstante, advierte que implementar adecuadamente estas medidas toma tiempo y organización, y que hay "una serie de tareas previas que hay que hacer", como determinar las consecuencias para la venta, operación y la productividad.
Para la ejecutiva, el escenario actual representa una "invitación para ver el trabajo a distancia más allá de un equilibrio de la vida familiar y laboral", es una oportunidad para que "las empresas estén preparadas para poder seguir con la continuidad del negocio en distintos tipos de situaciones".
Acciona comprueba factibilidad del home office
El fin de semana pasado, la empresa constructora orientada al desarrollo sostenible Acciona formó un comité para buscar soluciones para llevar a cabo las actividades el lunes.
Al definir que lo prioritario era la seguridad de los colaboradores, pero sin descuidar la continuidad operacional, determinaron que -sujeto a una reevaluación diaria- en Santiago y en las regiones afectadas no abrirían las oficinas e impulsarían el teletrabajo, por primera vez y como medida de emergencia.
El director general de Energía para Sudamérica de Acciona, José Ignacio Escobar, explica que pudieron "mantener una continuidad bastante buena de las actividades principales de todos los proyectos", debido a la vasta experiencia de sus equipos informáticos. Los trabajadores utilizaron desde sus casas las mismas herramientas de las que disponen en la oficina. "Estamos bien preparados desde el punto de vista de sistemas y de hardware" para el teletrabajo, que en situaciones de emergencia "es definitivamente una solución totalmente factible", afirma Escobar.
El lunes pasado la empresa retomó las actividades habituales. Y si bien lograron un índice de normalidad "bastante alto" y en general una buena primera experiencia de trabajo a distancia, Escobar señala que no van a tomar una decisión respecto a su implementación hasta que la situación social se normalice completamente. Pero sí rescatan que además de ser factible, el teletrabajo no genera grandes problemas y permite mantener la continuidad del negocio sin importar que no estén todos físicamente en las mismas dependencias, por lo que no se cierran a evaluar su implementación.
Por el momento, seguirán impulsando políticas de flexibilidad laboral, que están trabajando y revisando permanentemente hace tiempo.
Anglo American avanza en trabajo remoto
Hace más de dos años la minera Anglo American comenzó a implementar el trabajo a distancia entre sus colaboradores. Motivados por entregar una propuesta distinta, lograr equilibrar vida personal y laboral y capturar diversos talentos, la empresa da la opción a sus trabajadores de realizar home offiice una vez a la semana.
La experiencia le permitió a la compañía enfrentar con herramientas la contingencia de la semana pasada, ya que el domingo decidieron cerrar las oficinas lunes y martes en Santiago, situación que se extendió hasta el miércoles. El resto de la semana fue opcional trabajar a distancia para quienes tuvieran inconvenientes en llegar.
"Funcionó súper bien, fue muy valorado por la gente", destaca la jefa de Recursos Humanos de Anglo American, Karen Salinas, quien explica que actualmente la empresa cuenta con los elementos necesarios para conectarse y funcionar sin problemas desde la casa.
"Incluso tenemos una aplicación donde tu anexo personal se activa con tu laptop", comenta la ejecutiva, quien añade que durante los tres días que estuvieron fuera de la oficina -o más en algunos casos- tuvieron todas las reuniones que estaban agendadas previamente con total normalidad, pero a distancia.
El balance que realizan de la semana es positivo, y lo atribuyen a la costumbre. "Lo que nos juega a favor es que desde hace más de dos años que estamos implementando el trabajo remoto, entonces no es nada nuevo", destaca.
Respecto a la opción de ampliar el modelo que utilizan actualmente, lo plantea como una posibilidad factible, pero señala que "de ir avanzando no va a ser necesariamente por la contingencia, sino por la buena experiencia que hemos tenido".